¿Quiénes somos?

Somos un grupo de personas, que como tal, tiene sus orígenes en enero de 1978 y que profesionalmente siempre han apostado por el cambio en educación.

Hoy, rozando los 50 años de rodaje, seguimos, algunas de ellas, en este mundo, defendiendo a capa y espada que el cambio de paradigma en educación es más necesario que nunca y que va a depender de los docentes.

Durante los últimos veinte años, hemos hecho realidad un espacio educativo en el que el desarrollo integral del niño es un hecho y el logro de este desarrollo en entornos armoniosos y felices, propiciados por adultos, armoniosos y felices, también.

Ante esta evidente realidad nos proponemos seguir transformando y transformándonos y lo vamos a hacer evidente con un cambio de imagen.

Elegir el nombre de ADN es un guiño a esta particularidad.

La educación, al igual que el ADN en cada ser humano, debe ser también diferente según cada uno. Y debe ser sin perder la esencia y la evolución desde nuestro origen haciéndolo coincidir con las siglas de Antonio de Nebrija. Esta casualidad reafirma nuestra tendencia educativa personalizada.

En ADN se enseña de forma diferente porque conocemos la diversidad del alumnado y la importancia de la atención personalizada y porque utilizamos recursos metodológicos que nos permiten conseguirlo.

En ADN la formación artística, por ejemplo, completa el desarrollo integral tan necesario para el ser humano, al igual que el respeto a los ritmos y posibilidades de aprendizaje de cada alumno.

Cuando intentamos clarificar quiénes somos no podemos dejar a un lado a las familias que conforman, junto a nosotros y a sus hijos, esta Comunidad de Aprendizaje. Ellas han tomado consciencia del proceso de transformación y se forman a través de la Escuela de Padres al tiempo que participan activamente del proceso de transformación.

Las familias tienen derecho a recibir para sus hijos una educación adecuada a sus necesidades y de calidad; a la vez que tienen derecho y obligación de implicarse activamente en el proceso formativo de los mismos.

Una de las señas de identidad de ADN es la formación del profesorado de forma continua y permanente. Todo lo expresado anteriormente no tendría sustento alguno sin un Plan de Formación adecuado al propio proceso de transformación del Centro, no solo para el descubrimiento y la aplicación de metodologías centradas en el alumno, sino, también, para el propio descubrimiento y crecimiento personal del adulto que lo acompaña, en este caso su maestro, su profesor.

La Filosofía Montessori inspira, a la perfección, los ritmos, modos y procesos de esta transformación.

En España nos encontramos ante un momento histórico en el ámbito de la educación y a los docentes no nos puede pasar desapercibido. Hay países, que continuamente nombramos como ejemplo de éxito, que ya han entendido la necesidad de formar a los futuros adultos con una metodología innovadora, actual y personalizada.

Después de veinte años implementando las tendencias educativas más innovadoras, ADN tiene claro que el momento, para la manifestación fehaciente hacia la transformación, es éste.

Somos conscientes de las diferencias del alumnado, la necesidad de una comunicación abierta y constante con las familias y la integración del centro educativo con el entorno que les rodea, premisas, estas, fundamentales y que fundamentan la transformación del paradigma educativo.

Somos uno de los tantos grupos de personas que siempre ha habido, hay y habrá, dentro del mundo de la educación, que desde la proactividad y la resiliencia cambiaron, cambian y cambiaran el mundo, con la sola intención de mejorarlo en beneficio de la humanidad y de todo lo que tiene vida en el mismo.